sábado, 21 de noviembre de 2015

Nubes en el pensamiento. Versos sueltos.






Nubes en el pensamiento. Versos sueltos.

Una lágrima en el tiempo suspendida;
una gota de lluvia en el desierto.
Inesperada será la despedida
de un pasado inacabado e incierto.

Un faro en una isla perdida,
una hoja que baila con el viento.
El silencio no es una duda
ni tampoco un callado lamento

Un ciego de apacible mirada,
la mirada en el firmamento.
Una sombra sorprendida;
la luz brilló un momento.

Llegó la hora señalada.
Nubes en el pensamiento.

José Ayllón de Lebrija.

sábado, 14 de noviembre de 2015

La “demogracia” y mi amigo el Sr. Montoro.



La “demogracia” y mi amigo el Sr. Montoro.



Nuestra clase política, también llamada casta política por algunos de sus miembros (y probablemente estén en lo cierto), nos asegura una pensión en nuestra vejez (o no), una sanidad y una educación gratuita (y de mala calidad). Ha llenado España de aeropuertos y AVES;  de rotondas y autopistas, de parques temáticos y algún que otro edificio singular sin utilidad. Además de todo esto, la clase política nos quita una de las más graves preocupaciones que un ciudadano puede tener…

Cuando un padre observa que su hijo es un bobo satisfecho, es normal que piense, con preocupación, cuál será el futuro de su vástago. En España son muchos los padres que han encontrado una solución para esos hijos: el Cursus Honorum o ¿Cómo ingresar en la clase política?

¿Cómo se hace este “curso”? Muy fácil. No se necesita titulación académica. Afilia al  muchacho a un partido  político (a día de hoy da lo mismo el que elija). Le enseña a  hacer fotocopias y a introducir papeletas en un sobre (para las pancartas ya habrá algún ideólogo avispado que le ayude).

A continuación, le explica con palabras sencillas el lugar que debe ocupar en una manifestación para que se note su presencia. Y le habla de lo importante que es asistir a todos los desahucios que le sea posible y conseguir que parezca que el desahuciado es él.

Le compra un móvil porque es importante que el muchacho aprenda a moverse por las redes sociales y a retuitear.

Le enseña a hablar durante una hora sin decir nada. Es un requisito imprescindible en su futuro trabajo.  Hace hincapié en la importancia de mentir con franqueza.

Le razona lo práctico que es no tener principios que traicionar, pero que si hay que traicionar se traiciona.

Y lo más importante, para su cumpleaños, le regala una calculadora para que aprenda a calcular porcentajes; eso sí, insistiendo que el 3% de 100 millones es más que el 10% de 10.

Si el muchacho es aplicado, puede llegar perfectamente a ser concejal, alcalde, diputado, eurodiputado, senador, ministro.  Incluso puede especializarse en el independentismo, que en la actualidad produce sustanciales dividendos. Además, puede cambiar de empresa (partido) con facilidad y sin dar explicaciones.

Si el muchacho estudia una carrera universitaria y tiene su expediente a rebosar de matrículas de honor, no hay problema; también puede hacer el Cursus Honorum.

Esto sí que es un motivo para felicitar a nuestra clase política.

Ya sé que todos los políticos no son iguales, pero con el término clase política, me refiero a aquellos que viven de la política. Incluso dentro de la clase política, para ser justos, hay políticos con una gran formación académica y con un elevado espíritu de servicio a su pueblo. Es decir, políticos “como Dios manda”. Permitidme que ponga un ejemplo, para evitar malos entendidos, nuestro Ministro de Hacienda el Sr. D. Cristóbal Ricardo Montoro Romero.

Así, me quedo más tranquilo.


José Ayllón Rivas.