-Te dije que “nuestro hombre en
Panamá” tenía datos de mucho interés. Juanma,
imitando a un agente de la CIA.
Ha venido hoy con sus gafas de
sol, gorra negra y camisa blanca.
-La verdad, siempre pensé que
teníamos muchas cosas que aprender de Panamá.
Le contesto, siguiéndole el juego.
-Yo no sabía ni que existían
empresas opacas. Juanma, con su
sinceridad y su voz de siempre.
-¿Estás de broma?
-No, no tenía ni idea y además de
opacas, ¿son legales? No te parece increíble.
-Siempre han existido empresas
creadas para ocultar, defraudar, estafar, robar…
-¡Déjalo José! Te he entendido. Ahora que,
según “nuestro hombre en Panamá”, es fácil y barato tener una empresita de
esas.
-Entonces, habrás entendido que
esas empresas existen porque nuestros políticos y los políticos de todo el
mundo lo permiten. Existen paraísos fiscales porque los políticos quieren y
algunos hasta los apoyan. Mira, Juanma, España limita al norte con Andorra, “paraíso
fiscal” y al sur con Gibraltar, “paraíso fiscal”.
-¡Hombre! Gibraltar y Andorra no
son paraísos fiscales, no te pases. Que lo he leído en la prensa.
-¡Ah! ¿No lo son? Explícame
entonces cómo Gibraltar, con una población de 32.000 habitantes, tiene registradas,
según el gobierno del Peñón, 18.000 empresas, según la OCDE 24.000. Es decir,
más de la mitad de la población tiene al menos una empresa, ¡Vamos que son
todos empresarios! Y cómo Andorra, con una población de 70.000 habitantes tiene
3.000 empleados de banca, es como si en el Ferrol cada sucursal bancaría
tuviera 66 empleados.
-Pero en la lista de paraísos
fiscales no están ni Gibraltar ni Andorra. Juanma insiste.
-Pero, ¿quién hace la lista? ¿Son
tontos los que crean las empresas en Panamá? ¿Las crean por diversión? Se
llevan el dinero a Andorra solamente para pasear los billetes y tener una
excusa para ir a esquiar. Y en Gibraltar, ¿qué? Allí nacen los niños con una
empresa bajo el brazo, en vez de un pan.
El camarero deja el café en la mesa. Y comenta:
-Yo trabajé en Gibraltar y puedo
asegurar que allí no hay 18.000 empresas. Da media vuelta y se marcha silbando
“Love Story”.
Unas gotas de lluvia descienden desde las negras nubes que oscurecen el cielo.
Ton nos mira y mueve la cola.
-Voy a leer el azucarillo, que
hoy te encuentro con escaso talante.
“La amnistía es un acto por el
que el gobierno perdona, casi siempre, las injusticias que ha cometido”
-Estoy, casi, de acuerdo.
-Bueno, cambiando de tema ¿cómo
ves las próximas elecciones? Juanma
sonríe.
-Eso no es cambiar de tema.
-¿Por qué estás casi de acuerdo
con el azucarillo?
-Piensa, Juanma, piensa.
José Ayllón Rivas.