Hoy, gracias a la ya célebre torpeza de nuestros políticos,
nos encontramos de nuevo en la “jornada de descanso” previa a unas elecciones;
en este caso, elecciones en dos de las mal llamadas comunidades históricas,
para satisfacer los deseos de los separatistas, Galicia y País Vasco.
Esta jornada de descanso que nuestra lamentable ley Electoral
y nuestros, también lamentables, políticos llaman irreflexivamente jornada de
reflexión, la agradecemos todos los españoles sin distinción de edad, sexo,
religión, o si es de la EGB o de la ESO. La agradecemos porque empezamos a
estar hasta los… bueno, usted ya me entiende, de todos ellos.
No comprendo, tal vez por mi estupidez, qué le hace a pensar
a la “comuna política” que los españoles necesitamos un día especial para
decidir a quién darle nuestro voto. ¿Tan
tontos son ellos?
Por ejemplo, el Sr. Sánchez, el liquidador del PSOE, el ilustre
derrotado, el perdedor, el… bueno, vamos a dejarlo ahí. No reflexiona y se
pregunta por qué en su partido los que le apoyan son también, como él, los
derrotados, los pequeños liquidadores: el Sr. Iceta, el Sr. Puig, la Sra. Francina
Armengol, la Sra. Idoia Mendía, y otros y otras que en sus respectivas
comunidades han dejado al partido en quiebra técnica. Claro que, el Sr. Sánchez
en Madrid ha hecho lo mismo, por lo que creo que ese apoyo viene motivado por el
mismo sentimiento de “solidaridad” que une al rebaño de ovejas.
Mi querido amigo está preocupado por lo que pueda pensar su
militancia (200.000) y en eso no le falta razón, pero más debería preocuparle
lo que piensan sus votantes (5.424.000). Pero tranquilo, con unas terceras
elecciones cabe la posibilidad de que comprenda qué debe preocuparle más. ¡Consulte,
que falta le hace!
Ahora, tras el intento de investidura del Sr. Rajoy o mejor
dicho para hacer uso de la única aportación del Sr. Sánchez a la política
nacional, tras la “no” investidura del Sr. Rajoy, nuestro histórico líder
socialista considera que ha llegado el momento de volver a intentarlo, de
volver a hacer más Historia (yo estoy convencido de que la hará). Como es
normal, va a intentar formar un gobierno de progreso y yo tiemblo porque si
cuando consiguió el 16-J 85 diputados lo
consideró una victoria a pesar de que había conseguido cinco menos que el 20-D,
puede ser que si consigue reducir el PIB un 5% lo considere una victoria y
hasta que es un crecimiento histórico.
Un gobierno, que más que de progreso, yo lo llamaría el
gobierno de los cien partidos. Partidos para todos los gustos, incluso para los
de sin gusto.
Vamos que más que buscar apoyo para formar gobierno, el Sr.
Sánchez lo que hace es pedir ayuda para destrozar al PSOE. Como diría la “miembra”
del PSOE y ministra de Zapatero: el próximo acontecimiento histórico que se
producirá en nuestro planeta será la coincidencia en breve del Sr. Sánchez,
Presidente, y Pablo Iglesias, Ministro de Defensa.
¿Qué a quién
votaré? De eso hablaremos otro día.
José Ayllón
Rivas.