Hoy, en mi azucarillo.
Hoy llegué a
mesa puesta. Juanma acariciaba un perro y en la mesa dos tazas de humeante
café y una cesta con azucarillos.
-Buenos días compañero, le dije.
-Buenos días, José. Espera un
momento que voy a comprar una bolsa de comida para mi amigo “Ton”.
-¿Para quién?
-Para el perro; no ves que se le
notan las costillas. Enseguida vengo. Elije
el azucarillo.
Bueno, ahí va Juanma con su nuevo
amigo, un galgo, que algún hijo de puta
ha abandonado.
Juanma vuelve dándole de comer a
su galgo. El animal agradecido mueve la cola contento dando vueltas a su alrededor.
Es difícil decir quién está más contento.
-¿Ves que fácil es hacer
amistades José?
-Me alegra haber presenciado el
nacimiento de una hermosa amistad, le dije mientras acariciaba el lomo del
noble galgo.
-Ahora, cuando nos tomemos el
café, lo llevo al veterinario para que le haga un reconocimiento. El galgo lo
mira como si entendiera lo que Juanma dice.
Cogí un azucarillo de la cesta y
leí:
“Los jóvenes de hoy aman el lujo, tienen manías y desprecian
la autoridad. Responden a sus padres, cruzan la piernas y tiranizan a sus
maestros.”
Sócrates.
-Este Sócrates ha analizado muy
bien la situación. Lo podríamos nombrar Ministro de Educación. Dijo Juanma, mientras
le daba de comer a su “Ton” un puñado de comida perruna.
-Eso va a ser difícil.
-¡Vaya hombre! para un tipo que
hace un análisis certero de la situación. Tú lo destituyes sin haberlo
nombrado.
-¿Pero sabes a qué Sócrates se
refiere el azucarillo?
-¡Claro hombre! No fue jugador de
la selección brasileña, el Dr. Sócrates.
-El Dr. Sócrates falleció el 4 de
diciembre de 2011, desgraciadamente. Un demócrata convencido. Un ídolo en
Brasil.
-Era una broma, hombre… Sócrates,
filósofo griego del siglo V a. de C. dijo Juanma como el niño que recita una
lección.
-¡Cierto! Ya me extrañaba a mí
que no conocieras al Sócrates ateniense.
-Es curioso. En el siglo V a. C.
ya se criticaba a los jóvenes como los criticamos hoy. Dijo Juanma.
-Tienes razón. Hay cosas que parece que no cambian.
-Hemos cambiado poco o nada. Aunque
por soberbia o estupidez nos creamos superiores a nuestros antepasados, nos
parecemos más de lo que nos creemos, en lo bueno y en lo malo. ¿No te parece?, (Juanma en su papel de filósofo)
Iba a contestar pero…
-¡Vamos Ton! Despídete de nuestro
amigo José, que nos vamos al veterinario.
-Que el reconocimiento vaya bien.
José Ayllón Rivas.
Ciertamente pareciera que la frase de Sócrates se refiriera a la juventud de hoy en día... Será que a pesar de todo, pocas cosas cambian en lo esencial. Me pregunto si cuando yo era joven también hacía esas cosas odiosas :P
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, amigo, y feliz domingo!!
Yo creo que cambia el escenario, según que sitios ha cambiado más o menos, pero los actores seguimos siendo los mismos. Un abrazo, querida amiga.
EliminarPues sí, hay cosas que parece que no cambian, y es que la historia, y también la Historia, siempre se repite.
ResponderEliminarComparto tu agradable azucarillo, José, y os dejo a Juanma, a ti y al galgo, mis mejores deseos para el finde y un abrazote (no es cuestión de besar al perrito, jeje).
Gracias,Dalianegra. A veces, cuando leo libros de Historia me pregunto si hemos cambiado en algo y siempre termino contestándome que NO, que somos como los romanos del Imperio o como los aztecas del otro Imperio. Un beso.
EliminarHola José, hace tiempo que quiero venir a tomar un azucarillo de la cesta y hacer un café juntos. Hermoso relato sobre la juventud, el corazón que pare cada Nueva Era, siempre sometida a crítica, hay de todo en la viña del señor, también los hay mayores, descarados e insolentes.
ResponderEliminarAbrazos.
Es cierto Jonh también los hay mayores y descarados, basta poner la televisión y te aparecen uno detrás de otro. Gracias por tú comentario ¿y quién sabe? a lo mejor nos tomamos un café el día menos pensado. Un abrazo.
EliminarNo es que lo parezca, es que las cosas no cambian... no hemos aprendido nada desde la rueda, y eso por que simplemente imitamos que hacer.
ResponderEliminarSiempre un placer leerte.
Reme.
Encantado con tu presencia. Y preciosa tu "Soledad" viviente. Gracias por estar aquí. Un abrazo.
ResponderEliminarOs he nominado al premio “Black Wolf Award”, mirad en esta entrada:
ResponderEliminarhttp://escritorista-lectorista.blogspot.com/2015/03/auuuuuuu-black-wolf-award.html
besos :)
Natalia gracias por tu comentario, por tu premio, por escribir, por leerme, por estar ahí. Muchas gracias.
EliminarHola José.
ResponderEliminarMe ha encantado esa plática filosófica que nos has contado.
Como lo expresas tú, los escenarios cambian pero los seres humanos somos los mismos, con los mismos problemas, dificultades y aprendizajes.
Socrátes y su filosofía de vida será actual, así pasen los años.
Un gran, gran abrazo.
Aunque creamos que somos diferentes, es mucho lo que nos parecemos todos, los de ahora, los que estuvieron y aunque no se lo crean los que vendrán. Un abrazo.
EliminarBuen relato. Estos jóvenes de hoy en día... Y en unos años nuestros hijos dirán lo mismo de sus hijos. Un bucle peligroso del que no aprendemos. Un saludo.
ResponderEliminarNuestra naturaleza no es un móvil que a las seis horas de comprarlo ya han salido cien más modernos, con más de esto y más de lo otro. Un saludo.
EliminarSencillo y buen relato para reflexionar sobre dos cosas importantes:la amistad y que las etapas del hombre son básicamente igual en todas las épocas.
ResponderEliminarun abrazo!
Cierto Clara, la amistad no ha cambiado y nosotros tampoco. Tal vez afortunadamente. Un abrazo amiga.
EliminarMe gusta la tranquila historia. Me gusta la idea de la amistad con el perro.Gracias! Un saludo
ResponderEliminarGracias a ti por leerlo y por comentarlo. Y gracias por tu visita. Un saludo.
EliminarLa diferencia de los filosofos versus los hombres comunes, es que saben decir con precisión las cosas que todos sabemos
ResponderEliminarLo importante, para mí, es que comprendamos que entre los hombres no hay más diferencias que las que generan sus actos. Un gran abrazo compañero.
EliminarMe gustan tus azucarillos, José... gracias.
ResponderEliminarTe sonrío con el Alma.
Gracias, muchas gracias por tu comentario.
ResponderEliminarTe sonrío con el corazón.
Buenas noches.
Sócrates, mucho mejor que otros, conocía la rebeldía de la juventud, pues se rodeaba de todos ellos en el Agora para dar sus oratorias. La historia es acumulativa, es lo que viene a decir Juanma, porque aunque nos separen milenios de años, hablamos de la misma sociedad en sus cimientos con unos patrones de conducta similares.
ResponderEliminarExcelente texto. Buenas reflexiones filosóficas, entre azucarillos, tazas de café y excelente compañía. Yo ando también tomándome uno. A tu salud, José.
Un gran abrazo
Gracias Marisa por venir, me alegra saber que también te gusta el café. No hay nada mejor que conversar con amigos con sinceridad y sin prisas.
EliminarBuenas noches, un abrazo.
Si creo que nosotros ,al menos yo creo que hemos sido como lo que criticamos hoy. Los jóvenes son rebeldes ,porque aún creen en los sueños.Luego con el paso de los años, la sociedad(que no es lo mismo que la vida) acaba domesticando a la gran mayoría y así nos va.
ResponderEliminarCambiamos el escenario, pero los mismos actores. Un abrazo.
EliminarLo del perro es todo un ejemplo de amor por la especie animal y por uno mismo. Que bien que haya personas así.
ResponderEliminarYo tampoco creo que hayamos cambiado mucho, mas bien hemos sustituidos maneras mas acordes a la actualidad. Aun queda por aprender.
Un placer leerte en este mascarilla, Josép.
Un fuerte abrazo
Todavía nos queda mucho que aprender del resto de los animales. Todos somos únicos, ellos también.
EliminarGracias por tu visita.
Un gran abrazo.
Disculpa, error del traductor, quise decir.
ResponderEliminarUn placer leerte en este azucarillo José
Que tengas un buen descanso:-)
Entendí lo que querías decir.
EliminarUn abrazo.