España
a Gibraltar: ¡Perdonadnos por estar al otro lado de la verja!
La
semana pasada la prensa española publicó algunos artículos informando sobre un
aumento de la tensión diplomática entre España y el Reino Unido a causa de
Gibraltar, para variar.
El
ministro británico para Europa calificó de “cínico intento del Gobierno español
de perjudicar la economía gibraltareña”… El incidente que da lugar a estas
amistosas declaraciones se produjo cuando un patrullera de la Armada española, al
parecer, abordó a dos buques mercantes extranjeros y llevó a sus tripulantes a
las frías mazmorras de una prisión española (de cinismo ustedes no se pueden
quejar, de economía no sé…).
El Sr.
Hammond, nuevo jefe de la diplomacia británica, al objeto de demostrar que ya
había tomado posesión de su cargo, consideró el incidente como “acciones provocativas”…
(En provocaciones son ustedes expertos).
Esta
pareja necesita unas vacaciones en las playas gibraltareñas. Ese odio que
destilan puede producirles una úlcera de estómago. Tranquilidad señores,
tómense un vaso de gazpacho que es muy
bueno para el estrés y una tarde de sol que les aportará vitamina A, que están
necesitados los dos de las dos.
La
excelente, según algunos comentaristas políticos españoles, diplomacia
británica, es tan excelente como
poderosa es la Royal Navy y fuerte la libra esterlina. Y cuando estos
diplomáticos argumentos les fallan ponen por delante la US Navy y el dólar. Así
cualquiera es buen diplomático.
Si un
español mira fijamente desde La Línea hacia
el Peñón salen diplomáticos británicos de debajo de las piedras protestando enérgicamente
por una nueva provocación del Gobierno español, para distraer a la opinión
pública española de los problemas domésticos.
Ahora
en mi televisor está hablando el Presidente del Gobierno español y no ha hecho
ni una sola alusión a Gibraltar. Está
hablando de empleo y de las reformas que deben seguir haciendo para intentar
reducir nuestras listas de parados.
¿No
serán ustedes los que utilizan a Gibraltar para desviar la atención de sus
ciudadanos?...
Ah… Se me olvidaba, el alcalde de Gibraltar viene
a España dispuesto al diálogo (otro dialogante que busca la foto con un
Presidente) y espera que lo reciba el Presidente del Gobierno. A ver si cuando
vaya a Londres el alcalde del mi pueblo, que también es muy dialogante, lo
recibe el señor Cameron, el alcalde de mi pueblo se llevaría una gran sorpresa
y Cameron también.
Demasiado que los típicos “chicos buenos y
encantadores” se reunieron a comer con
él, tal vez, porque su abuela fue española y republicana, y lo de republicana
les llega al alma. ¡Vamos que lo debieron invitar a comer como si fuera uno de
la familia!...
Sr.
Ministro de Gibraltar (alcalde) es importante saber dónde se está y el lugar
que se ocupa. El Presidente del Gobierno de España, en mi humilde opinión, no
tiene nada que hablar con usted. Ahora, como ciudadano británico nieto de una
española estoy seguro de que el Sr. Rajoy lo invita a té cualquier día a las
cinco de la tarde. Inténtelo y verá cómo tengo razón.
Continuará…
inevitablemente.
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