De vez en cuando aparece en los
medios de comunicación algún brillante y sesudo señor o señora que tras
analizar la economía española y la financiación de las autonomías, con mucho
criterio, llega a la conclusión de que el problema de España es que los
andaluces reciben más de lo que ingresan; que a nuestros hijos cuando hablan no
se les entiende, que estamos todos los días de fiesta y además cobramos el PER
y por lo tanto algunos incluso llegan a afirmar con absoluta seguridad, que
nuestro voto es interesado (el de ellos altruista). Ser brillantes y sesudos no
les impide ser imbéciles.
Ni todos los andaluces cobramos
el PER, ni votamos al mismo partido, ni todos somos del Betis (yo sí). Generalizar
es fácil, sobre todo para los intelectuales de edición de bolsillo.
Las balanzas fiscales parece que
están más o menos claras. Unas comunidades son ricas y otras pobres. Y después
queremos que la Unión Europea triunfe. ¡Vamos bien!
Lo que no está tan claro es…
cuando compré mi “Corvette Zr1” en
Madrid, el IVA que yo pagué en qué balanza fiscal lo sumaron, ¿en la de Madrid o en la de Sevilla? Cuando
fui a Bilbao y compré en el Corte Inglés una cazadora (Armani Jeans), el IVA
que pagué, ¿a quién se lo sumaron, a Bilbao, a Madrid o a Sevilla?; cuando hoy
he pagado el IVA en el siniestro recibo del gas, ¿a quién se lo suman, a
Barcelona o a Libia?
Deberían empezar aclarándonos dónde
van los impuestos que pagamos y en función de qué, para que decidamos qué
compramos, dónde lo compramos, qué empresas nos suministran los servicios, qué entidad financiera utilizamos, y un largo etc.
No por nada, simplemente para evitar contribuir a balanzas fiscales extranjeras.
No sé tampoco si existe algún
otro estado que esté tan interesado en las balanzas fiscales como el nuestro. Si
el objetivo de las balanzas fiscales es dividir a los españoles, lo están
consiguiendo. Y a un buen ritmo, por cierto.
Algunos proclaman su solidaridad
con los sirios a los cuatro vientos, visitan los campamentos de refugiados, se
hacen fotografías y regresan afirmando que su ciudad o comunidad está preparada
para recibir mil o dos mil refugiados. Pero al mismo tiempo les recuerdan a sus
compatriotas de otra comunidad que no son sirios, que les pagan la sanidad, la
educación y el bocadillo de la mañana, no sé con qué intención solidaria; tal
vez, con la solidaria intención de humillarlos o simplemente demostrar que son
superiores. Es lo que podríamos denominar solidaridad focalizada o solidaridad
selectiva. ¡Menuda banda de cínicos solidarios! La unidad de España progresa
adecuadamente.
Después los solidarios, o los
cínicos, se suben a la tribuna y nos sueltan su discurso lleno de comprensión
hacia los que sufren. El cuento ya empieza a sonar a letanía. Lo que en
realidad quieren es poder, solamente poder; todo lo demás es el medio para
conseguirlo.
José Ayllón Rivas.
Los intereses creados ( Jacinto Benavente )
ResponderEliminareso mismo es todo
pero digo, digo siempre digo y escribo, y seguro lo habras leido, ya que, ¡ las veces que lo escribo!
Si los malos son menos
y los buenos somos mas
porque dejamos que ganen los malos
dicho de otra forma,,,,,,
mejor no,
un abrazo.
En primer lugar porque los malos, que son menos, leen más. Y en segundo lugar, porque los malos aplican una estrategia simple pero eficaz : "divide y vencerás".
EliminarY aquí nos tienes preparándonos para asistir, no a la lucha de las dos Españas de mi amigo Machado, a la de las diecisiete.
¿Volverán a ganar los malos?
De momento llevan la iniciativa.
Gracias Carmen por tu amabilidad.
Un abrazo.
Se puede decir más alto, pero no más claro. Que dios nos libre de los políticos, su sinceridad y su generosidad de escaparate...
ResponderEliminarUn abrazo, querido amigo.
A veces me pregunto si es posible ser político y honrado; y la verdad me preocupa la respuesta que encuentro.
EliminarUn abrazo, amiga mía.
Yo creo que algún político puede haber bueno, pero está rodeado de corruptos que no le dejan actuar. Y así no hay quien pueda. Un abrazo
ResponderEliminarCuando hablo de políticos nunca me refiero a los hombres y mujeres que sirven a su pueblo dedicándole una parte de su tiempo a la política. Ellos no son políticos. Cuando hablo de políticos me refiero a los que viven muy bien de la política y nunca han hecho otra cosa, ni piensan hacerla.
EliminarUn abrazo.
Uno de mis jefes, buenísima persona por cierto, siempre decía
ResponderEliminarel poder transforma, todos en ese lugar haríamos lo mismo,
ahí lo dejo ¿sera cierto?
triste
un abrazo a todos
Yo creo que el poder no transforma a nadie; lo que hace el poder es que te permite expresar lo que eres. Conozco a personas que no han cambiado. Sí el todos haríamos lo mismo fuese cierto, entonces todo daría lo mismo.
EliminarUn abrazo para ti.
Con cuanto acierto me parecen las opiniones que nos compartes, José. Al final lograrán que no les creamos en nada de lo que dicen. Todos en el mismo "saco" ya no resulta creíble para la mayoría, por suerte.
ResponderEliminarUn gusto volver a leerte, amigo.
Abrazo grande.
Lamentablemente empieza a resultar muy difícil separar el grano de la paja.
EliminarGracias Mila por tu visita.
Un abrazo.
Bueno, siempre se suele recurrir a buscar una cabeza de turco para no reconecer que el problema de España últimanente queda patente que es la corrupción con la que nos desayunamos cada mañana. Las ayudas se crean para los necesitados pero muy rara vez llegan a ellos, se las suelen repartir entre los cuatro amiguetes o conocidos de amiguetes,solo los que tienen mano para que les muevan el expediente suelen cobralas y por desgracia normalmente no son los más necesitados.El problemas de España es el choriceo continúo al que las clases dirigentes de cualquier color someten las arcas públicas, las dietas desorbitadas ,libres de impuestos,los sueldos también desorbitados, los suledos vitalicios también astronomícos, si los comparamos con el salario mínimo o peor aún con el real de la mayoría,etc... etc.... Esto ya no hay quien lo aguante.
ResponderEliminarEl problema de España es que a nadie le interesa España. No estamos interesados ni en nosotros mismos. Pero ya veras amiga Scherezade como seguiremos aguantando.
EliminarUn abrazo.