Juanma no leía el periódico, como hace siempre que llega
antes que yo a la cafetería y, la verdad me extrañó. Mientras me acercaba, me di
cuenta de que tenía un pequeño libro sobre la mesa, un libro de tapas que
querían parecer de piel.
Después de saludarlo y como existe la confianza suficiente,
cogí el libro y leí el título:
El dinero, de John K. Galbraith.
-Te lo he traído para
que lo leas. Te gustará. Me dijo, en ese tono que utiliza el que sabe algo que tú desconoces.
-Muy bien, lo leeré.
El camarero dejó lo de siempre, más un azucarillo en el
centro de la mesa y dijo:
-¡A ver qué les parece
este azucarillo!
Juanma y yo nos miramos y miramos el azucarillo, y los dos dijimos
a la vez: Léelo tú.
Sí, lo leyó Juanma.
“Hay que vigilar a los ministros que
no pueden hacer nada sin dinero y a aquellos que quieren hacerlo todo solo con
dinero.”
Indira Gandhi.
¡Bien por el Sr.
Martínez! Dijo
Juanma, refiriéndose al camarero, contento y completó la frase, sonriente.
-Y a los que se llevan
el dinero.
-Principalmente a estos
últimos. Dije yo.
En el próximo, hablaremos de “El dinero”. Me imagino que sobre todo, de las páginas que Juanma ha
señalado para que yo ponga interés en ellas.
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