sábado, 4 de octubre de 2014

Hoy en mi azucarillo. Políticos hábiles.


  
El camarero dejó los dos cafés sobre la mesa. Juanma cogió su azucarillo y el mío y colocándose uno en cada mano, las cerró. Y como si de adivinar en qué mano se esconde la moneda…

-Elige, dijo.

Elegí la izquierda. Abrió la mano y leyó en voz alta:



Aunque el pueblo dice querer buenos legisladores, vota en realidad a políticos hábiles.


-¡”Coño”, menuda mentira!, dijo.

-¿Por qué?, le pregunté, mientras observa al camarero que nos miraba sorprendido; quizás por el tono que Juanma empleó, más que por sus palabras.

-¿Me quieres decir que el pueblo cuando vota busca elegir a buenos legisladores?
Vamos, eso no se lo cree nadie. Este azucarillo se ha pasado. Yo no conozco a nadie que se plantee cuando va a votar, quién es el mejor legislador.

-¿Entonces, en qué nos fijamos para elegir?

-En nada José, en nada… Nuestros políticos no son hábiles, son charlatanes. Ni buenos legisladores, ni “ná”.  Son vendedores de promesas que ni van a cumplir, ni jamás pensaron cumplirlas.

-Entonces, ¿La culpa no será de…?

Me interrumpió, sentenciando.

-Los políticos son como mínimo hipócritas, no hábiles.  Y tiró la bolita de papel en la que se había convertido el azucarillo a la papelera.


-Entonces Juanma, estás de acuerdo con el azucarillo, ¿No crees?...

2 comentarios:

  1. Los políticos parlamentarios abogan y defienden el cretinismo parlamentario, esto es, ocupar cargos, prebendas y privilegios con intereses exclusivamente electoralistas, aun a costa de dilapidar los recursos y condiciones de vida de la ciudadanía. Estamos de acuerdo con el azucarillo, José. Una sentencia firme a la hora del café, pero verdadera. Aunque la gente también puede hacer que cambien las cosas y no solo con el voto, afortunadamente.
    Me ha encantado el punto de vista, excelente entrada. Lo comparto.
    Un beso

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    1. Para cualquier cargo público es necesario superar una oposición; para dedicarse a la política debería de ser necesario pasar por "la máquina de la verdad". Bueno, mejor que no pasen, nos cansaríamos de llorar.
      Un beso para ti.

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